lunes, 13 de septiembre de 2010

The Adicts





Critica del recital... cara pintada, guirnaldas y cerveza... Viva la revolution





En el día de ayer en el Roxy Live y en el marco de su gira latinoamericana Life goes on, volvieron al país la banda britanica The Adicts. La tarde comenzó con las cuatro bandas soporte: 250 centavos, Cerebro de mono, Black Sheeps y Los Kabrones.

Eran las 21:30hs, el telón mal cerrado dejaban ver las caras de los integrantes de la banda principal de la noche. Entre risas y cervezas, el telón se abre y comienza a sonar el himno a la alegría. Todos de blanco, como la última vez hace 18 meses. Luego aparecería Monkey, el cantante, para dar paso al primer tema de la noche, Jocker in the pack. El cantante principal, como siempre pintado cual payaso, idea que origalmente habian sacado de la pelicula La Naranja Mecanica, comienza lo que seria un genial, prolijo y energico show que duró apróximadamente 2 hs. Supieron divertirse lanzando al público cotillón, papelitos, guirnaldas, cartas hasta incluso sus propios CD entre tema y tema. El público canto, grito, y las chicas tuvieron su lugar en el escenario.

A ver, no recuerdo todas las canciones y mucho menos el orden pero tocaron Steamroller, Easy way out, Tango, Life goes on, Chinese Take Away, Viva la Revolution, Numbers, y, como ya dije, Jocker in the Pack. Luego de una breve pausa volvieron con You'll never walk alone, Who split my beer y terminaron con Bad boy saltando todos como locos.






Critica personal ( o sea, lo que me sucedió a mi ): excelente toda la noche. Los punks crestudos fueron los más copados conmigo. Tomamos durante las bandas soportes muchas cervezas y filosofamos de la vida, mientras opinabamos de las bandas que escuchabamos de fondo, 250 centavos fue la mejor banda a mi criterio, lástima que estuvieron muy temprano y no tuvieron mucho público para escucharlos. Ya durante The adicts, me perdí totalmente de esta gente, me tire cual palomita adelante de todo y dejé que pasé lo que tenía que pasar. Mucho pogo, lo cual no es rocomendable cuando se toma mucha cerveza. Me gané una carta tirada desde el escenario y casi, al final, me quede con el sombrero del cantante. Me cayó sobre la mano derecha pero la turra que tenía adelante me lo pudo sacar. La vuelta a casa, Dios me ayudó, no estaba en el mejor estado pero la caminata fue divertida, una parada en el kisco, más cerveza, paquete de cigarrillos que duraron muy poco y una llegada en paz a las 4 de la mañana a Lugano.
El mejor recital chico visto este año hasta el momento. Y ya se abrio la temporada de recitales 2010 para mi.

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